Un lector de microplacas es un espectrofotómetro especializado, diseñado para efectuar la lectura de los resultados de una técnica que se utiliza para determinar la presencia de anticuerpos o antígenos específicos presentes en una muestra. La técnica se basa en la detección de un antígeno inmovilizado sobre una fase sólida, mediante anticuerpos que, directa o indirectamente, producen una reacción cuyo producto puede ser leído por el espectrofotómetro.
Este equipo se utiliza para leer el resultado de las pruebas efectuadas, utilizando la técnica de ELISA. Esta tecnica tiene aplicación directa en inmunología y en serología; permite confirmar la presencia en el organismo de anticuerpos o antígenos de un agente infeccioso, vacunas o autoanticuerpos.
¿Cuál es su principio de operación?
A diferencia de los espectrofotómetros convencionales que permiten efectuar lecturas en un rango amplio de longitudes de onda, el lector de microplacas dispone de filtros o rejillas de difracción que limitan el rango de longitudes de onda a aquellas que se utilizan en la técnica ELISA, la cual generalmente se realiza con longitudes de onda comprendidas entre los 400 y los 750 nm. Algunos analizadores operan en el rango ultravioleta y pueden efectuar análisis entre los 340 y los 700 nm. El sistema óptico utilizado por muchos fabricantes utiliza la fibra óptica para llevar la luz hasta los pozos de la placa, donde se encuentra la muestra bajo análisis.
La luz que atraviesa la muestra tiene un diámetro que varía entre 1 y 3 mm. Un sistema de detección recibe la energía lumínica, proveniente de la muestra, la amplifica, determina la absorbancia y, a través de un sistema de lectura, la convierte en datos que permiten interpretar el resultado de la prueba. También hay lectores de microplacas que emplean sistemas lumínicos de doble haz. Las muestras del ensayo de ELISA se colocan en placas de diseño especial, las cuales disponen de un número definido de pozos o vasos, en los cuales se lleva a cabo el procedimiento o ensayo.
Son comunes las placas de 8 columnas por 12 filas, con un total de 96 pozos. También existen placas con un mayor número de pozos. Las hay de 384 pozos y la tendencia actual busca aumentar el número de pozos, y reducir la cantidad de reactivos y el volumen de las muestras requeridas. La ubicación de los sensores ópticos en el lector de microplacas varía dependiendo de los fabricantes. Algunos los colocan sobre la placa portamuestras, mientras que otros los ponen directamente bajo los pozos de la placa.
¿Cúal es la ventaja de su uso?
Un lector de microplacas ayuda a minimizar el tiempo de operación y a ahorrar costos, lo que permite a los investigadores dedicar más tiempo al análisis de datos y la generación de conocimientos prácticos.
Debes tener en cuenta que es un equipo multimodal, ya que permite una variedad de experimentos para ser realizados y medidos simultáneamente. Los lectores de microplacas pueden hacer mediciones de absorbancia, fluorescencia y luminiscencia. Independientemente del tipo de análisis, experimentos en el lector de la placa utilizan una curva estándar para determinar los valores experimentales. Esta curva utiliza muestras de concentración conocida para generar una línea de mejor ajuste o curva estándar. Valores experimentales a continuación se extrapolan a la curva o se calculan utilizando la ecuación de la regresión lineal.
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