En los laboratorios se requiere utilizar agua con mínimo de impurezas, ya que es una de las sustancias más comunes y como disolvente universal, por lo tanto, es de vital importancia cuidar su calidad. El agua está compuesta por diversas propiedades, como sales de calcio, magnesio, hierro, silicio, manganeso, cloruros, sulfatos, sodio y otros materiales en suspensión. Varios son los métodos utilizados en el tratamiento con el uso del agua, y su empleo depende del objetivo que se persigue con el agua tratada.
Sin embargo, en los laboratorios usan el agua como requisito de calidad o pureza, como método de producción y análisis, donde se establecen procesos para su purificación y se mantiene un control sistemático para ser usado en el laboratorio, evitando interferencias o reacciones colaterales y para aumentar la confiabilidad en dichos resultados.
De acuerdo a ello, para lograr la purificación de las aguas y ser usadas en el laboratorio, se usan equipos ideales para tales filtraciones, como el Sistema de Purificación de Agua, el cual permite la transformación química de los líquidos en pro a la elaboración de estudios con materiales precisos, como es el caso del agua de laboratorio.
Tipos de Agua para el Laboratorio
Están definidos los diferentes tipos de agua en función de los parámetros físicos químicos para ser usados en el laboratorio, tales como conductividad eléctrica, resistividad, contenido de carbono, oxígeno o sílice donde se presentan los tipos de agua de acuerdo a sus características fisicoquímicas, entre ellos están:
- Tipo I: Es empleada para procedimientos que necesitan de máxima precisión; tales como espectrometría atómica, fotometría de llama, enzimología, gas en la sangre, soluciones buffer de referencia y reconstitución de materiales liofilizados usados como estándares. Esta debe elegirse siempre que en la prueba sea esencial un nivel mínimo de componentes ionizados o cuando se preparan soluciones para análisis de rastreo de metales.
- Tipo II: Ésta debe ser preparada por destilación y libre de impurezas orgánicas. Es recomendada para realizar pruebas analíticas y generales de laboratorio, tales como los análisis hematológicos, serológicos y microbiológicos; en los que específicamente no se indique o se haya comprobado que requieren agua de calidad Tipo I.
- Tipo III: Son usadas para estudios cualitativos de laboratorio, tales como uroanálisis, procedimientos histológicos y parasitológicos; para el enjuague de muestras analíticas; preparación de soluciones de referencia; y para el lavado o enjuague de cristalería, con una conductividad final máxima de 5,0 µS/cm.
Métodos de Purificación de Agua
Generalmente, existen diferentes calidades de agua y diferentes aplicaciones en función de su uso. Mediante los sistemas de purificación de agua, dirigidos hacia la preparación de los líquidos, son fabricados para eliminar las impurezas; entre los más importantes se encuentran:
- Filtración: es el método más natural y se maneja como pre-filtrado para separar partículas en suspensión de mayor tamaño. Se usa para proteger los subsiguientes procesos de purificación y evitar el bloqueo de las máquinas especializadas.
- Ultrafiltración: es un proceso de separación basado en una membrana porosa con aberturas de entre 0.01 y 0.1 micras.
- Destilación: consiste en separar los componentes por puntos de ebullición, donde los compuestos con una presión de vapor baja, tendrán puntos de ebullición altos y los que tengan una presión de vapor alta tendrán puntos de ebullición bajos.
- Ósmosis Inversa: En este método se aplica presión sobre un agua mayormente concentrada en sales, pasando así por membranas semipermeables especiales, obteniendo así agua purificada.
- Desionización: Este método se encarga de separar los minerales presentes en el agua, al utilizar resinas de intercambio iónico, las cuales sustituyen los minerales presentes por los protones de la resina.
En este sentido, el agua para ser usada en el laboratorio, no se puede lograr con un solo paso de purificación, se requiere de la mezcla de más de uno de ellos, para lograr la calidad deseada de acuerdo a sus características fisicoquímicas. Como complemento, se requiere del uso de equipos para preservar e incrementar su calidad.
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