La esterilización por vapor es el método preferido de esterilización y funciona mediante la desnaturalización de las proteínas. El autoclave de vapor es un equipo diseñado para el uso de vapor de alta presión y temperatura para matar microorganismos. La esterilización supone la destrucción absoluta de todos los microorganismos, incluidos bacterias resistentes, esporas bacterianas, protozoos, priones, virus y hongos presentes en los líquidos, superficies de materiales, medicamentos o medios de cultivo.
¿En que consiste la desnaturalización de proteinas?
La desnaturalización de las proteínas es un proceso de coagulación de las proteínas que se produce al cambiar la conformación de estas en presencia de calor. Los productos químicos tienen la capacidad de matar microorganismos, pero es posible que no sean totalmente eficaces y que dejen residuos no deseados o potencialmente tóxicos. Sin embargo, los esterilizadores químicos se utilizan cuando el calor puede dañar los materiales. Se puede utilizar la radiación ionizante y la radiación UV, que interfieren o modifican el ADN para evitar la replicación, pero puede que no sean tan eficaces y que la validación sea algo difícil.
La mayoría de los microorganismos mueren a temperaturas superiores a los 80 °C. Los priones, por otro lado, requieren temperaturas más altas y tiempos más largos para desactivarlos. Durante la esterilización con calor húmedo, las moléculas de vapor se condensan en microorganismos más fríos.
Para lograr el máximo efecto del vapor, éste debe estar saturado. En los procesos de esterilización por calor húmedo, la temperatura y la presión son fáciles de controlar, lo que facilita la determinación de si se ha producido la esterilización. No cabe duda de que la esterilización por vapor produce un alto grado de esterilidad y, por lo tanto, es la forma de esterilización más utilizada en los hospitales y laboratorios. Por eso se puede decir que los autoclaves de calor húmedo es la forma más rápida y fiable de esterilización.
¿Cómo funciona el autoclave de vapor?
Un autoclave es esencialmente un recipiente a presión que utiliza vapor a presión como agente esterilizador. Aumentando la presión (por encima de la presión atmosférica) el vapor puede alcanzar temperaturas más altas. La presión adicional aumenta la temperatura de ebullición del agua. En realidad, unos 20 °C más. Esto aumenta efectivamente su contenido de calor y su capacidad de matar. Esto viene de su calor latente de evaporación.
Para llevar un litro de agua a ebullición se requieren 80 kcal/mol, pero la conversión del agua hirviendo en vapor requiere 540 kcal/mol. Esto significa que a 100°C el vapor tiene casi 7 veces más calor que el agua hirviendo.
Lo bueno del vapor es que tiene la capacidad de penetrar en objetos que tienen una temperatura más fría. Cuando el vapor golpea una superficie más fría, se condensa en el agua de ese objeto. Esto reduce efectivamente la cantidad de vapor presente. Esta presión negativa en el vapor atrae más vapor hacia el área más fría. La condensación se produce siempre que la temperatura de la superficie de condensación sea inferior a la del vapor. Esto permite un rápido calentamiento de las superficies, la penetración en materiales densos, la desnaturalización de las proteínas y la esterilización de los microorganismos.
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